domingo, 23 de enero de 2011

VIENTOS DE CAMBIO: EL LIDERAZGO FEMENINO UN EJEMPLO A SEGUIR A TRAVÉS EL TIEMPO


En una caricatura de Mafalda, manifestaba “…..las mujeres Hacemos toooodo lo que el hombre hace …Y CON TACONES ALTOS

Cuanto nos cuesta caminar con tacones altos; sin embargo lo hacemos y aunque aprendimos con dificultad, no es fácil para las mujeres tener que salir a la calle día a día a enfrentarnos a diversas situaciones y luchar para ocupar un puesto de jerarquía en una sociedad patriarcal históricamente reconocida por el hombre. Que importante es en los actuales momentos que se sientan vientos de cambio en el papel que le toca asumir a la mujer como un ejemplo a seguir en lo que a liderazgo se refiere, pues anteriormente cuando se hablaba sobre liderazgo femenino lo primero que se pensaba: esto es un manifiesto sobre la lucha entre el hombre y la mujer para lograr un puesto de poder en la sociedad, en cualquier organización o en la reivindicación del llamado “Sexo débil”, y se plantearon diversos argumentos sobre las ocupaciones que debían cumplir las mujeres como madres y esposas, que según algunos detractores ha interferido en su situación laboral y personal en la actualidad.
Todo lo planteado, quizás sea cierto, pero también no es menos cierto que las mujeres en la actualidad han recorrido un largo camino para lograr ser reconocidas como seres pensante y capaces de ocupar puestos de alta gerencia y a su vez establecer un vinculo familiar de calidad donde el trabajo no impide que esto sea así, convirtiéndose hoy por hoy en un modelo a seguir. Por lo tanto, en el contexto desde el cual se aborda el liderazgo femenino implica que si hay que reconocer responsabilidades estas recaen por partes iguales en ambos sexos, sin necesidad de que el hombre tenga que usar… “tacones altos”.


“Hace muchos años …….o ¿ érase una vez?”
Si hacemos un recorrido a través del tiempo y observamos que en el pasado las mujeres fueron educadas, considerando el liderazgo tradicional, como la madre que nunca trabajó fuera del hogar, “la perfecta ama de casa”, la cual estaba a cargo de la crianza de los hijos y se ocupaban de que su casa estuviera reluciente, y aunque no lo reconocieran observaba con desdén a otras que tenían que trabajar fuera del hogar para llevar el sustento para su familia, y las que lograban surgir en la Universidad lo hacían con características propias de un liderazgo considerado tradicional. Para nadie es un secreto que en tiempos antaños, algunas, no todas, mujeres tenían la idea de ir a la Universidad a encontrar un marido, lo cual no quiere decir que no habían excepciones, pues existen evidencias de mujeres ocuparon un puesto en la historia logrando grandes éxitos; pero que les costó ser reconocidas por la sociedad en la cual vivían, asimismo, hay que reconocer que en este viaje al pasado, en esas generaciones los papeles a cumplir estaban claramente definidos: el hombre era el proveedor que traía el sustento y las mujeres en el hogar cuidando de su familia…
Es importante considerar que lo expuesto, se debe a una cuestión de historia, producto de la simple evolución de una sociedad patriarcal, consecuencia de viejos paradigmas establecidos y transmitidos de generación en generación que condicionaron la educación de las personas, privilegiando la tarea femenina en el hogar por sobre el ambiente laboral y todo ello trajo lo frutos que hoy en día forma parte de la evolución de la mujer como líder en el mundo laboral actual.

“Y el mundo cambio……”
El sólo hecho de pensar que la mujer podía tomar decisiones para elegir a sus gobernantes y que la mujer pudiera votar y reconocer que su voz debía ser escuchada y luchar por sus derechos como ser humano, hace pensar que el camino recorrido no sólo es responsabilidad de una sola persona, es responsabilidad de todos….. y el mundo comenzó a cambiar…surge la mujer decidida a ser escuchada, la representación femenina en todos los espacios de la sociedad, en lo político, lo social, en lo educativo, espacios sociales considerados como la construcción del hombre y lo natural donde el mundo de la mujer era sólo en el hogar, se convierte en la participación activa en esa sociedad que antes no la tenía en cuenta y comenzó a luchar por la igualdad. Entonces, los puestos que mayoritariamente fueron creados y ocupados por hombres comenzaron a ser ocupados por la mujer, pero todavía con trabas, la cual se refleja en la teoría de este siglo denominada el techo de cristal, la cual se refiere a una barrera transparente o discriminación sutil contra las mujeres que dice que hay un techo de cristal que les impide llegar a cargos jerárquicos sólo por el hecho de ser mujer, y si los logran tienen que trabajar diez veces más que los hombres para obtenerlo, existen mujeres ejemplares que han logrado traspasar ese techo de cristal con éxito pues han demostrado su capacidad de mando, y liderazgo con características especiales que permiten que su imagen como ser humano inteligente y pensante sobresalga por encima de cualquier techo de cristal y sea tomada en cuenta para ser un modelo e estilo de liderazgo a seguir.

Se sienten vientos de cambio…….¡ surgió el liderazgo femenino!……

Hablar de vientos de cambios que se sienten en el ambiente, es considerar como el ser humano ha evolucionado y con ello su forma de pensar en el papel que le corresponde a las mujeres ejercer en la sociedad, vientos de cambio donde comenzaron a ejercer sus derechos, a ser reconocidas por la sociedad patriarcal a ocupar grandes puestos sin necesidad de masculinizarse como tuvieron que hacerlo sus antecesoras, y surgió el liderazgo femenino, como un nuevo paradigma, un ejemplo a seguir para ser ejercido no sólo por mujeres sino también por hombres, pues en el no existe la discriminación y es reconocido por investigadores diversos investigadores quienes consideraban que las funciones básicas de un liderazgo directivo son tanto para hombres como para mujeres y que son de tres tipos: (a) interpersonales por cuanto determinan los roles como representante de una organización, conductor de grupos, enlace con otros grupos; (b) informativas, pues es portavoz de la información necesaria que se requiere en toda organización y (c) de decisión, por cuanto es un negociador nato, asigna recursos, emprende nuevos proyectos.
Como se puede observar no existe diferencia alguna entre el hombre y la mujer para desarrollar estas funciones en el campo gerencial, pero para gerenciar de manera que todos los aliados, entendiéndose por aliados todas aquellas personas que laboran y son parte importante de la organización desde el obrero hasta el de más alto rango, participen y se sientan parte importante de la organización, para ello se requiere una serie de características que por años ha desarrollado la mujer y que son parte de su personalidad y su forma de ser, conformadas en un nuevo tipo de liderazgo femenino, el cual no es sinónimo de liderazgo de mujeres y no se limita al estudio de mujeres que ascendieron o ejercen posiciones de poder, sino un aporte “al cómo hacerlo”, convirtiéndose en una herramienta transformadora y en la clave para lograrlo.

El aquí y el ahora del Liderazgo femenino….De cara al futuro…un liderazgo resonante.
El liderazgo femenino como aporte a los estilos de liderazgo se apoyará en lo que Goleman (2003) reconoce como liderazgos efectivos, estilo del gerente visionario, democrático y afiliativo, pues es éste gerente quien tiene mayor impacto en las personas, es decir, un impacto positivo en la organización, pues movilizan e inspiran, gerencian con alta confianza en sí mismas, y logran mejores resultados en la organización. Por consiguiente, los autoritarios y coercitivos, quedaron atrás, por cuanto liderar es un tarea emocional, caracterizado por ser más comprensivo, más comprometido y más afectivo que otros, un líder resonante, que trabaja antes que todo, con sus emociones y con la de los demás, encauzándolos para sacar lo mejor del ser humano, por eso el liderazgo femenino es resonante, las mujeres no necesitaron que nadie les enseñara lo que es natural en ellas, como la franqueza, confianza, capacitación permanente, compasión y comprensión, cualidades necesarias para un buen líder que al aplicarlo permitirá un cambio en la organización, pero sólo si ambos mujeres y hombres promueven una cultura en la que los conceptos de trabajo, cooperación, éxito sean entendido de nuevo, por cuanto la intervención activa de la figura del líder femenino puede enriquecer esta cultura y acelerar los cambios requeridos en la actualidad.
Es por ello, que el liderazgo femenino es importante conocerlo y aplicarlo, no se puede negar que existen barreras y que todavía cuando nos mencionan liderazgo femenino pensamos en “mujer”, pero mientras no rompamos ese techo de cristal, ese techo invisible que sólo se encuentra en nuestras mentes, no podremos cambiar, las cartas están echadas y hay que seguir buscando esos vientos de cambios tan necesarios en nuestras organizaciones, donde todos participen como un ejemplo a seguir en el presente y futuro, dejando el pasado atrás, sea hombre o sea mujer, ejerciendo su liderazgo de manera que todos se sientan aliados y no enemigos de la organización

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